En general, los coagulantes inorgánicos han sido la opción convencional elegida por la industria para los sistemas de depuración de aguas residuales. Sin embargo, en Veolia Water Technologies hemos dado un paso más allá al incorporar coagulantes orgánicos procedentes de fuentes naturales sostenibles a nuestra gama de productos químicos.
Los productos 67991 y 6861 pertenecientes a la Serie Hydrex™ 6000 son coagulantes de origen vegetal y de procedencia renovable. Su estructura química polifenólica (polimérica) les permite ser una alternativa ventajosa a los coagulantes inorgánicos, como el policloruro de aluminio (PAC), el cloruro férrico y los sulfatos de hierro y alúmina, que se utilizan comúnmente en el tratamiento del agua para la eliminación de sólidos en suspensión y DQO particulada.
Los coagulantes vegetales presentan claros beneficios frente a los de origen inorgánico, salvando los inconvenientes que el uso de productos en base metálica suele conllevar. Uno de estos inconvenientes, es la producción de lodos asociados a hidróxidos metálicos. Este volumen de fango, en ocasiones representa hasta el 50% del volumen total de los fangos producidos en las etapas de tratamiento físico-químico, lo cual implica un coste adicional de gestión de fangos nada despreciable, al tiempo que suma emisiones a la huella de carbono del proceso industrial.
Asimismo, los coagulantes orgánicos se pueden aplicar en dosis mucho más bajas - entre 3 y 5 veces inferiores a los coagulantes inorgánicos- sin dejar de ser efectivos, lo que también contribuye a la menor producción de lodos. Además, los coagulantes vegetales también requieren menor dosificación de polímeros en la etapa de floculación.
Ventajas de los coagulantes orgánicos de origen vegetal
El policloruro de aluminio (PAC) es un coagulante muy eficaz y todavía tiene un papel muy destacado en el tratamiento de efluentes, especialmente en la eliminación de fosfatos en el agua potable y en aplicaciones industriales. Sin embargo, en otros ámbitos, sobre todo en el tratamiento de aguas residuales de la industria de alimentación y bebidas, el PAC tiene una debilidad: para que funcione bien, el pH del efluente debe ser relativamente neutro.
Los coagulantes orgánicos Hydrex™ no presentan estos problemas colaterales. Funcionan eficazmente en un rango de pH más amplio (4-9) lo que hace posible, posteriormente, un mayor control del proceso. Esta ventaja también implica una menor necesidad de manipular productos químicos de corrección de pH peligrosos, así como una menor participación de los ingenieros para monitorizar las condiciones del proceso in situ.
Además de todas esta ventajas técnicas y económicas, los coagulantes de origen vegetal son más respetuosos con el medio ambiente, ya que al ser orgánicos pueden ser digeridos o incluso valorizados como fertilizante, una importante ventaja medioambiental comparado con los productos inorgánicos, que generan un subproducto que pueden ser altamente corrosivo y peligroso, debido a la presencia de grandes cantidades de metales.
Los coagulantes orgánicos de la gama Hydrex® 6000 son adecuados para cualquier tipo de industria, especialmente para aquellas que generan efluentes con alto contenido en aceites y grasas. Entre ellos, los de alimentación y bebidas (platos preparados, salsas, fábricas de galletas, procesados alimentarios...), petróleo y gas (unidades de procesado y refino de aceites), tratamientos fisicoquímicos en EDARI así como en instalaciones de depuración con problemas en el cumplimiento de vertidos en cloruros (por el uso de coagulantes inorgánicos) y, en general, en todas las industrias con efluentes ácidos.
CASO PRÁCTICO
Tras el cambio a los coagulantes orgánicos de Hydrex, una industria del sector lácteo ha conseguido reducir la dosis de PAC 18 en casi 9,5 veces y la de sosa en 1,5 veces. Estimando un coste medio de 0,35 Euros/kg para el PAC 18 y 0,5 Euro/kg para la sosa, el ahorro alcanzado supera los 0,50 Euros/m3 de agua tratada. Teniendo en cuenta que el consumo de agua es de casi 1.100 m3/día, el ahorro anual podría llegar a superar los 120.000 euros, calculando 220 días de operación al año.