Las torres de refrigeración desempeñan un papel vital en muchos procesos industriales y de servicios públicos. Sin embargo, sin una solución eficaz de tratamiento de agua, pueden surgir problemas que causen daños a los activos, afecten la eficiencia de los intercambiadores de calor y conduzcan a niveles nocivos de crecimiento microbiano. Veolia Water Technologies ofrece una solución que aborda los cinco aspectos críticos de la gestión del agua de refrigeración, lo que le permite aprovechar los beneficios de un sistema eficiente de recuperación de calor.
Optimización del agua
El agua, gracias a su amplia disponibilidad y elevada capacidad calorífica, es el medio de refrigeración más utilizado en procesos industriales. Los sistemas de refrigeración son los mayores consumidores de agua potable en las instalaciones industriales, llegando a representar hasta el 80% del consumo total de la planta.
La creciente escasez de agua genera presiones legislativas y financieras en la industria, convirtiendo la optimización del consumo en un factor crítico para minimizar costes y asegurar un uso eficiente de este recurso. Para afrontar este reto, se implementa una estrategia integral que comienza con una evaluación exhaustiva de las necesidades específicas de tratamiento. Este análisis permite desarrollar un diagnóstico detallado de la instalación y diseñar una solución adaptada que contempla tres aspectos fundamentales: las especificaciones técnicas del sistema de refrigeración, los procesos operativos diarios y los requerimientos químicos específicos.
La implementación de la estrategia de tratamiento más adecuada puede lograr reducciones en el consumo de agua de hasta un 30%, optimizando el rendimiento, reduciendo los costes operativos y asegurando el cumplimiento normativo.
Para prevenir y corregir las ineficiencias en el intercambio de calor se aplica una estrategia múltiple que incluye el uso de inhibidores de incrustaciones y dispersantes de última generación, la implementación de tecnología para la detección temprana de incrustaciones, y la generación de informes sobre tendencias de eficiencia y consumo energético.
Seguridad en el agua
La selección precisa de soluciones químicas es fundamental para prevenir el desarrollo de biopelículas y microorganismos potencialmente letales como la legionela. Para minimizar estos riesgos microbiológicos, se implementan estrategias de desinfección específicas y exhaustivas dentro de un programa de mantenimiento sistemático. Los planes preventivos integrales comprenden: el uso optimizado de biocidas tradicionales, tecnologías innovadoras como la desinfección in situ por electrólisis salina, sistemas de tratamiento automatizados y análisis periódicos del agua. Todo ello respaldado por rigurosos protocolos de seguridad que incluyen evaluaciones de riesgos y formación especializada del personal.
El servicio incluye atención a emergencias disponible 24 horas, 365 días al año, con capacidad de respuesta en pocas horas tras la notificación de cualquier incidente.
Protección de activos
Un control inadecuado en el tratamiento del agua puede provocar procesos de corrosión que derivan en fallos de componentes críticos del sistema y en problemas de contaminación en los procesos posteriores. Para prevenir estas situaciones, se aplica una estrategia integral de protección de activos que permite obtener resultados apreciables en las primeras semanas de implementación.
La prevención mediante tratamiento avanzado constituye un pilar fundamental de esta estrategia. Las acciones incluyen la optimización del pH, la aplicación de inhibidores de corrosión específicos y diversas soluciones adaptadas a los requerimientos particulares de cada instalación. La monitorización y control en tiempo real, mediante sistemas de dosificación automatizada y seguimiento de tendencias de rendimiento, permiten anticiparse a posibles problemas y facilitan una mejor gestión de la instalación. Adicionalmente, el análisis de vulnerabilidad del sistema y el mapeo de corrosión proporcionan una visión detallada de los puntos críticos donde la corrosión podría desarrollarse.
Optimización energética
La energía puede representar hasta el 80% de los costes operativos (OPEX) de un sistema de refrigeración, por lo que la optimización de la transferencia energética es un factor crítico. La transferencia de calor ineficiente causada por las incrustaciones impacta significativamente en el consumo energético, los costes operativos y el medio ambiente. Para monitorizar el rendimiento de los intercambiadores de calor se utilizan sistemas de diagnóstico avanzados que comparan el funcionamiento en tiempo real con los parámetros base establecidos, verificando así su eficiencia operativa.
Para prevenir y corregir las ineficiencias en el intercambio de calor se aplica una estrategia múltiple que incluye el uso de inhibidores de incrustaciones y dispersantes de última generación, la implementación de tecnología para la detección temprana de incrustaciones, y la generación de informes sobre tendencias de eficiencia y consumo energético.
Monitorización remota
La solución de monitorización remota permite optimizar el funcionamiento del sistema de refrigeración mediante el análisis de datos en tiempo real las 24 horas, los 365 días del año, proporcionando información continua sobre el rendimiento de todos los componentes del sistema.
Esta monitorización detecta anticipadamente posibles incidencias, genera informes de rendimiento y facilita el mantenimiento preventivo mediante análisis basados en inteligencia artificial. El sistema de monitorización remota incluye acceso a un equipo técnico especializado, disponible permanentemente para realizar diagnósticos a distancia y optimización continua basada en datos.
La monitorización digital aporta múltiples beneficios al programa de tratamiento de agua de refrigeración: reduce los tiempos de parada, mejora el rendimiento sostenible y optimiza la gestión de recursos. Integrada con las estrategias de optimización del agua, protocolos de seguridad, protección de activos y eficiencia energética, constituye una solución integral que maximiza tanto la eficiencia operativa como la seguridad del proceso de refrigeración.
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